La postura correcta en el embarazo
Durante el embarazo se producen cambios anatómicos que afectan tanto a la estabilidad como a la postura. Es importante ser conscientes de esos cambios para tenerlos en cuenta y auto corregirnos, de forma que no se acentúen y/o normalicen.
Con el peso del bebé, necesitamos mantener estable nuestro centro de gravedad sobre las caderas, y la forma que tiene nuestro cuerpo de mantenernos en eje es curvando la parte baja de la espalda hacia adelante, favoreciendo lo que llamamos la hiperlordosis, que puede aumentar hasta un 60% cuando estamos de pie.
Para compensar esa curvatura y por el peso del pecho, nuestro cuerpo también aumentará la cifosis torácica, es decir, tenderemos a cerrar los hombros, redondeando la parte alta de la espalda, lo que nos llevará a bajar la mirada desplazando la cabeza hacia adelante.
Además, ese cambio en la línea de gravedad, hará que llevemos el peso a los talones lo que favorecerá que estiremos en exceso las rodillas, llegando a bloquearlas en una hiperextensión.
Y ante esto, ¿qué podemos hacer?. Ser conscientes de ello e intentar mantener una buena higiene postural. Buscar constantemente una sensación de auto elongación, de crecer, para darle espacio a las vértebras y mantenernos activas durante el embarazo haciendo ejercicios que nos ayuden a trabajar la espalda.
Os dejamos una imagen muy gráfica donde se muestran las diferencias entre una postura correcta y una incorrecta durante el embarazo:
En resumen, si queremos mantener una buena postura debemos tener en cuenta los siguientes tips:
- Mirada hacia adelante y mentón en línea.
- Hombros un poquito hacia detrás y hacia abajo, manteniendo las escápulas planas.
- Costillas cerradas.
- Ombligo hacia la espalda.
- Pelvis neutra.
- Rodillas desbloqueadas.
- Peso repartido por todo el pie.
En el siguiente vídeo podéis ver estos tips llevados a la práctica:
Nos vemos en clase!
-María y Sara